(11 de septiembre, 11:11 am)
- Creer que se tiene la habilidad de levantar la mesita para aspirar abajo, y en el proceso tirar todo lo que esta arriba de la mesita y además de todo azotar.
(14 de octubre, 1:21 pm)
- Darte cuenta de que ya no te acuerdas de la dosis necesaria de un analgésico común.
(14 de octubre, 3 minutos después)
- Repentinamente darte cuenta de que ya no te alcanza el brazo para sostener la botellita del analgésico común lo suficientemente lejos de tus ojos para poder leer la dosis que debes tomarte.
(14 de octubre, 6 minutos después)
- No acordarte de donde pusiste los lentes necesarios para leer la dosis del analgésico común sin incurrir en la dislocación del hombro.
(21 de octubre, 9:11 am)
- Esperar con emoción a que llegue tu hijo adolescente para contarle una novedad y que te informe que eso ya se lo has dicho como tres veces. (Chale, este en particular, duele!)